Un trabajador de mantenimiento de 31 años choco contra un sensor de presión de control de tráfico de Nueva York mal mantenido incrustado en la carretera mientras montaba su bicicleta. Sufrió fracturas de su brazo izquierdo que requirió cirugía. La Ciudad negó la responsabilidad del mantenimiento de la carretera y la cubierta y afirmó que el área no era peligrosa, hasta que el caso pasó a juicio cuando llegaron a un acuerdo.