Una empleada de oficina de edad avanzada fue atropellada por una furgoneta momentos después de salir de su oficina al final de la jornada. Quedó inconsciente y fue trasladada al hospital en ambulancia. Todas las pruebas posteriores dieron negativo, pero sus hijos afirmaron que estaba más lenta, más distraída, se distraía con facilidad y, a veces, se confundía después del accidente. La acusada afirmó que no había sufrido lesiones graves a causa de este accidente. En el juicio, nuestro neurólogo experto dijo que, a pesar de la falta de pruebas objetivas, si los miembros de la familia que la observan a diario dicen que está constantemente diferente, más lenta y más confusa y con problemas de memoria, entonces es obvio que sufrió algún tipo de daño cerebral. Poco tiempo después, el jurado dictó un veredicto de 1 millón de dólares.