Una joven se deslizó por un tobogán en el patio de recreo de una escuela de Nueva York. El tobogán no fue instalado correctamente y había un espacio entre el metal en el lateral del tobogán. Mientras Ayisha se deslizó hacia abajo, su dedo anular entró en el espacio y la parte superior del dedo fue amputada. La ciudad afirmó que como era sólo la punta de su dedo, no valía mucho dinero. En el juicio, se demostró que Ayisha tenía una reacción emocional devastadora que afectaba cada aspecto de su vida y su autoestima. El jurado estuvo de acuerdo.